Com conquerir l’espai nació a oscuras, en un baño nocturno bajo un cielo de verano. Nació, también, gracias a un artículo sobre la exploración espacial, escondido como un tesoro entre las páginas de una libreta roja. Nació a raíz de comenzar un máster de arte en un país nuevo. De aprender a montar en bici, comprarme un abrigo llamativo y enfrentarme a vivir lejos de casa. De investigar sobre la Luna, los astronautas y las conversaciones que tenían allá arriba, mientras no se dormían. De pasar frío en las noches y los objetos que enterramos en los bolsillos. O olvidamos en otros mundos.
De intuir que dos historias distantes puede que no lo sean tanto: que dialogan, se reflejan y se persiguen. De escuchar sus ritmos. De estudiar los pasos. Y, sobre todo, del deseo de hacerlas bailar.