Este proyecto nace, por un lado, de la necesidad de generar —en lo visible y sutil— representaciones, lenguajes y formas no hegemónicos que amplíen imaginarios colectivos y hagan que todas las vidas sean más transitables en la (semi)ruralidad. Por otro lado, nace de la voluntad de hacer un agradecimiento y reconocimiento a todas las personas que pusieron su cuerpo para trazar trayectorias desviadas, que generaron otras y tuvieron que sexiliarse en la metrópolis o en conventos, o a las que nunca consiguieron permiso para salir del armario.
 
(Des)memòria desviada se plantea como un proceso de investigación de la memoria histórica del colectivo LGBTIAQ+ en Osona a partir de archivos y, a la vez, como una transformación para generar un imaginario comunitario queer. Se pretende jugar con el límite de lo que es real (lo que pasó) y de lo que es ficticio o privado (lo que no pasó de forma visible, pero se cocía en la intimidad). El proyecto entiende la importancia de la narración y la creación en primera persona. Por eso proponemos llevar a cabo un ciclo de encuentros (ciclo de desviadas) que tengan el propósito de reconstruir la memoria colectivamente y, al mismo tiempo, fortalecer la identidad queer en la ruralidad.